Iale School apuesta por una alimentación equilibrada que garantice la salud presente y futura de sus alumnos

Una dieta saludable y equilibrada es vital para la salud de nuestros niños y determinante para el correcto funcionamiento de su organismo, su desarrollo y crecimiento y una óptima capacidad de aprendizaje, comunicación y socialización. Además, una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles como los trastornos nutricionales, la anemia, el sobrepeso o las caries y la mejor prevención contra patologías de la edad adulta como la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. Sin duda, todos estos argumentos sustentan el compromiso de Iale School, con una alimentación saludable para nuestros alumnos. Un compromiso que se traduce en que todos nuestros centros cuentan con cocina propia con menús saludables y equilibrados, donde se evitan fritos, azúcares y alimentos procesados e incluso damos la opción de un menú vegetariano todos los días.

Y es que, para nosotros, generar entre nuestros niños el hábito de comer bien es tan importante como el aprendizaje de las distintas materias o la educación. No debemos olvidar que durante la infancia, concretamente hasta los 8 años, se establecen las bases de una buena conducta alimentaria para toda la vida. La edad escolar es un período crucial para el desarrollo intelectual y físico y también para consolidar una dieta variada en la que poco a poco el niño se adapte a los alimentos que formarán parte de su alimentación de adulto. Los colegios son un buen marco para transmitir estos hábitos alimenticios pero el entorno familiar es, sin duda, la base para conseguirlo.

Es importante recordar que el peso no es el único indicador de que nuestros hijos están alimentandos correctamente. Un niño puede tener un peso normal pero no por ello estar comiendo todos los grupos de alimentos necesarios para su adecuado desarrollo. La clave para que nuestros hijos tengan buenos hábitos, es que entiendan la importancia de una alimentación saludable por medio de actividades divertidas que les inciten a consumir todos los grupos de alimentos. Para que la dieta sea completa se debe consumir carbohidratos, frutas, vegetales, proteínas, lácteos, grasas y azúcares. Ninguno de estos grupos es prescindible, porque cada uno tiene sus funciones específicas y esenciales, pero, eso sí, se debe encontrar un balance en el consumo de cada nutriente. Ésta sería la regla de oro de la nutrición infantil, pero también hay otras pautas que queremos compartir con todos vosotros para conseguir que nuestros hijos se alimenten correctamente y estén y permanezcan sanos:

  • No es un tópico, la comida más importante del día es el desayuno. Por tanto debe ser lo más completo y nutritivo posible, incluyendo siempre hidratos, proteínas y fruta fresca. 
  • Tanto en la comida como en la cena es mejor elegir alimentos bajos en grasas saturadas y que contengan Omega 3.
  • En el almuerzo y la merienda es mejor sustituir las galletas, chocolates y en general los alimentos procesados por una pieza de fruta, frutos secos o un pequeño bocadillo hecho en casa y a ser posible con un buen pan integral. 
  • En general, la alimentación debe estar balanceada, incluyendo siempre vitaminas, minerales, hidratos de carbono complejos, proteínas de origen animal y vegetal (fundamentales para el crecimiento, el aprendizaje y el desarrollo psicomotor). Es fundamental incluir frutas y verduras a diario e incorporar alimentos ricos en fibra como los cereales integrales y las legumbres.
  • Si tu hijo come en el colegio, deberías tener en cuenta el menú del centro para planificar las comidas que hace en casa y que éstas complementen y equilibren su dieta. 
  • Los niños en edad escolar deberían consumir un mínimo de 500 mililitros al día de leche y sus derivados. Además también es fundamental potenciar el consumolegumbres y pescado y el aceite de oliva por encima de otras grasas como la mantequilla o la margarina. Así mismo, deberíamos evitar el exceso de sal así como de caramelos o golosinas y bebidas azucaradas. El agua ha de ser siempre la bebida principal.
  • Cuidado con las raciones. Muchas veces los niños comen más de lo que por su edad les corresponde. Lo mejor es servirles en platos más pequeños y si se quedan con hambre servirles un poco más. Pero si tu hijo se siente lleno no debes forzarle a que se acabe lo que le queda en el plato, especialmente si es mal comedor o inapetente, pues podrías conseguir el efecto contrario.
  • Come en familia. Está demostrado que cuantas más comidas se comparten en familia en edad escolar más posibilidades tienen los pequeños de adquirir buenos hábitos alimentarios que después les acompañarán toda la vida.

Y un último consejo: una alimentación variada y saludable siempre debe ir de la mano de la actividad física. Según la Organización Mundial de la Salud, los niños deberían realizar una hora diaria de algún tipo de actividad recreativa, como andar en bicicleta, jugar en el parque, patinar, nadar, bailar o hacer cualquier otro deporte que les guste.

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